#07: Unos 5 tips para ganar constancia creativa
O lo que mi guitarra me enseño sobre dibujar más
Después de muchos años dibujando, he acabado olvidando muchas cosas sin darme cuenta. Cuando un hobby se acaba convirtiendo en tu profesión se producen muchos cortocircuitos en tu cabeza. Acabé dejando de dibujar para mí y solo lo hacía para los demás, olvidé cómo seguir mejorando y olvidé por qué hacía lo que hacía. Acabé estancada.
Otra de las cosas que olvidé fue cómo ser constante. Eso de dibujar todos los días como que no. Me parecía una pérdida de tiempo dibujar algo que no fuera para venderse, algo solo por gusto. Me había convertido en una máquina para producir y nada más.
Entonces ocurrió algo diferente. Un hobby nuevo que tenía aparcado empezó a tomar prioridad sobre lo demás. Empecé a tomar clases de guitarra eléctrica y a tocar con amigas. Una actividad tan diferente me acabó enseñando muchas cosas que había olvidado sobre dibujar. Una de ellas la constancia.
Literal que tocaba más horas de las que dibujaba. Era super constante, mil veces más que dibujando. ¿Pero qué estaba pasando? ¿Por qué no lograba lo mismo con lo que se supone que era mi pasión de toda la vida?
Entonces, gracias a mi Stratocaster roja, entendí algunas cosas que me están ayudando a ganar constancia en lo demás:
Recuerda tu porqué.
Parece una tontería pero no lo es. Es el motivo por el que haces lo que haces. Que te hace moverte. Te permite seguir adelante por muy difícil que sea la meta y el camino. Sin un porqué definido es fácil abandonar al primer contratiempo.
Yo quiero mejorar en guitarra para aprender las canciones que me flipaban de adolescente, y para tocar con mis amigas sin desafinar. Es un porqué que viene de muy atrás y muy emocional. Cada uno tiene su propio porqué dentro, lo que pasa es que cuesta un poco desenterrarlo y luego recordarlo.Ten una meta, un reto, un proyecto. Hazlo tangible.
Algo tan genérico como “quiero mejorar dibujando”, está bien, pero es demasiado abstracto. ¿En qué momento sabes que ya lo has conseguido? ¿Cómo sabes que ya has mejorado? Puede ser frustrante sentir que nunca llegas a eso que te has propuesto. Que nunca es suficiente.
Algo tangible sería: conseguir tocar 3 veces cierta melodía sin errores, terminar esa ilustración que tenía a medias, escribir una historia corta, dibujar una página entera con manos cada día…Pon fecha límite a esa meta.
Si tenemos todo el tiempo del mundo puede que jamás usemos ese tiempo. Pero si tenemos un tiempo limitado casi nada nos permitirá fallar. Es el mismo principio que, cuando tenías un examen en el cole en un mes lo más probable es que estudiaras el último día con la concentración y energía de 5 redbulls.
Cada semana mi profe de guitarra me pone ejercicios, un montón. El tío mete caña aposta. Así que tengo que darle caña durante toda la semana.
Cuando más cómics personales dibujé fue cuando participaba en concursos. En un par de meses terminaba una historia corta de 20 páginas sin procrastinar. Ahora, con todo el tiempo del mundo, estoy haciendo 4 ilustraciones en un año. Las fechas límite son puñeteras pero maravillosas para hackear tu productividad. Pero ojo, solo si son realistas. Si te piden un comic de 30 páginas en 2 semanas, está claro que te están explotando a ti y a tu salud.Elige una hora o momento del día, y hazlo sagrado.
De nada sirve ponerse “cuando tengas un rato”. Créeme, siempre tendrás que hacer mil cosas que hacer antes de tener ese rato libre. Palabra de adicta al trabajo.
Si te pones una hora determinada para ponerte cada día, a la larga eso se convierte en un hábito. Y cuando construyes un hábito a base de repetir y repetir, al principio con muchas resistencias, luego a tu cerebro le cuesta menos ponerse. Porque nuestro cerebro es un vago y no quiere tomar decisiones. Se lo harás más fácil teniendo una hora fija para hacer X cosa.
Mi hora de enchufar la guitarra es a las 8:30pm. Cuando va llegando el momento ya me voy mentalizando. No te voy a mentir, casi siempre me da pereza ponerme. Pero ya no es un “no tengo tiempo” o “no encuentro el tiempo”. Es un “esa es la hora de la guitarra” y fin. Después de los primeros 3 minutos de ponerme ya la pereza se me olvida.Después de un tiempo, analiza qué tal ha ido y recalcula si es necesario.
Después de que pase la primera semana estaría bien analizar qué ha pasado, por qué y cómo se podría hacer para que funcione mejor. De nada sirve forzarse a hacer lo que te has propuesto si en realidad no te funciona bien así por lo que sea.
Al principio, cuando dibujaba los cómics para concursos, probé a ponerme a última hora de la tarde, cuando terminaba de trabajar en mi tienda online. Pero resulta que a esas horas acababa frita, cansada, sin ganas ni voluntad de vivir. No rendía nada y me sentía bastante inútil por no tener la energía suficiente.
Entonces lo que intenté después fue dibujar los cómics antes de nada por las mañanas, y dejar el trabajo para el final de la mañana y las tardes. Fue mucho más productivo y hasta enfrentaba el inicio del día con ganas. Suena casi a fantasía.
“Pero yo no soy constante” “Soy muy desorganizada” “Soy un desastre con patas” Son cosas que creía de mí. Pero resulta que todos somos constantes, aunque en otras cosas.
El cerebro es un vago, pero los hábitos son algo que resulta “más fácil”. Tener un hábito es ser constante en algo, y todos tenemos hábitos. Buenos y malos. Por ejemplo, yo soy constante en lavarme los dientes después de comer, en mirar twitter cuando me despierto, en dar las buenas noches a mi pareja por telegram, en limpiar la jaula de mis pollos los findes, o en llevarme el móvil a cada lugar que vaya como si fuera mi alma inseparable.
Todo el mundo puede ser constante en algo, por muy desastre que sea. Lo que pasa es que elegir serlo en algo específico cuesta un poco más. Lo más importante es tener un motivo fuerte, una hora en el día fija y la cabezonería para volver a intentarlo una y otra vez.
Hoy os regalo una viñeta veraniega.

Te deseo un buen día y fuerzas para soportar el veranito.
Mucho ánimo,
Miriam
PS: Después de un descansito largo de publicar, vuelvo a la rutina de publicaciones cada lunes. Quizá con alguna publicación extra para enseñaros nuevos proyectos. Quién sabe.
Ah, y si quieres leer esos cómics que mencioné, puedes leerlos gratis en mi web o también te los puedo mandar en físico a través de mi tienda online.
• Mister Bani, un cómic sin palabras sobre el bullying.
• Otro verano más, sobre nostalgia veraniega y enfrentar cambios.