Durante estos últimos meses he estado dibujando un cómic breve sobre música y adolescentes. Algo que ya mencioné en mi entrada anterior aquí con algunos dibujos y bocetos previos del proyecto.
El cómic está terminado, pero aún no lo puedo compartir hasta el fallo del concurso. Así que mientras tanto quería mostrar el proceso de creación de dos páginas. Desde el guión hasta el acabado. Siempre teniendo en cuenta el todo del cómic completo.
Este es un post diferente. Uno sobre procesos creativos. Si te gusta alguna fase para profundizar en post futuros puedes responder o dejar un comentario ;)
Quiero aclarar antes que cada persona tiene su propio método de trabajo. No hay una manera mejor que otra a la hora de abarcar un proyecto así. La mejor forma siempre será la que sea más cómoda para los creadores.
La gracia está en probar diferentes cosas y descubrir cómo se siente más cómodo.
La idea
Antes del guión está la propia idea.
Normalmente suelo apuntar aquí y allá diferentes ideas para futuros proyectos. Ese es el secreto para no quedarse nunca sin ideas. Cada vez que algo se me ocurre lo apunto en algún sitio.
Lo ideal es tenerlo todo en un mismo sitio para encontrarlas fácilmente cuando lo necesites. No seáis como yo con chorricientas libretas y notas digitales.
Pero este cómic partía de cero.
Lo único que tenía pensado era algo que me apetecía dibujar, que eran adolescentes y guitarras. Ya está.
También contaba con la bendición de los límites. Me explico. Cuantas más restricciones tienes para hacer algo, más fácil brota la creatividad. No sabría explicar por qué, pero funciona y muy bien.
Cuantas menos opciones para poder hacer algo mejor. De otra manera, las posibilidades son tan abrumadoras que es imposible elegir solo una y seguir adelante con ella.
La restricción con la que contaba eran las normas del concurso: un tema, un máximo de páginas y la condición de que fuera un manga sin diálogos.
Los límites funcionan. Al final se trata de resolver un problema. Y eso es mucho más fácil que proponerse una idea de entre infinitas posibilidades.
El guión
Después de darle vueltas di con una historia sencilla.
Escribí todas las escenas en tarjetas. Las reordené, tiré escenas que sobraban, y recorté lo más que pude para que cupiera todo en el límite de páginas.
Y a partir de todo eso y 4 rescrituras más terminé el guión.
El resultado era algo bastante escueto. Algo que me ayudaba a no desviarme de lo que quería mostrar en cada escena.
Y es que en un cómic lo más importante es mostrar, no contar (un cómic se parece más a una película que a una novela) Y más en este caso que no podía usar diálogos.
El formato que uso es muy parecido al de guión para cine. Es sencillo de escribir, de cambiar y me da bastante libertad para la narración final. Cada persona tiene su método para hacer su guión. No creo que ninguna sea mejor que otra. Hay que usar lo que sea más cómodo.
El guión está dividido por escenas y luego por páginas. Esto es muy importante para la narración final.
Compongo las páginas de dos en dos, que es también el formato final en el que el lector asimilará la narración. Lo que nos lleva a la fase de composición.
Storyboard, composición o boceto guarro
Este cómic es de formato manga, por lo que el orden de lectura es de derecha a izquierda.
Esta es la versión que más se parecerá al cómic terminado.
A partir de la descripción escueta de las páginas, pruebo diferentes formas de dibujar la acción para que fluya y quepa en el espacio limitado que tengo.
Es muy importante la jerarquía de las escenas y su objetivo. ¿Hace falta un plano para introducir al espectador en el espacio? ¿Hay un impacto emocional en el personaje? ¿Se entiende qué está pasando?
Este tipo de preguntas son las que respondo durante esta fase de dibujo rápido.
Es también cuando me permito corregir algunas cosas del guión que veo que en la práctica no funcionan. Por ejemplo, mantuve la ubicación de la siguiente escena para simplificar la acción.
Boceto final
No mucho más que decir. Estas son las partes en las que toca ponerlo bonito.
Aprovecho esta fase para mostrarle las páginas a personas que sé que me pueden dar buen feedback. Y así corregir pequeñas cosas de última hora para mejorar la narración.
Después de esta fase de boceto final, como indica el nombre, es ya como se quedaría el resultado final. Ya no se toman nuevas decisiones ni se debería cambiar nada (sí, esto va para guionistas que trabajan con dibujantes).
Lo hecho hecho está. Nunca será perfecto pero hay que aceptar que si así funciona un mínimo pues p’a lante.
Tintas
Grises y acabados
No solo es la fase final de dejarlo todo bonito.
Aquí es cuando se terminan de añadir mejoras, siempre para mantener la legibilidad de la escena. Por ejemplo, en la primera viñeta, con tanta gente la única manera de hacer que Dan destacara era añadir contraste sobre él.
Todo lo que se añada tiene que ir en pos de mejorar la narración y no de entorpecerla.
Personalmente, los comics con demasiados detalles en ciertos lugares o con colores que no tienen armonía, me parece que se leen regular.
Cuando se pueda, ya compartiré el cómic completo por aquí.
Y si te interesa alguna fase creativa para profundizar en posts futuros puedes responder o dejar un comentario ;)
¡Nos vemos pronto!
Miriam
Ay, me encanta el còmic y ver estos procesos 💖 Lo que más me interesa es el orden y forma de las biñetas, el cómo se divide la página. Me parece algo super complejo y también de vital importancia.
Gracias, amor los comics y las ilustraciones, suerte en el concurso!
Yo lanzo mi libro nuevo está noche a las 00:00
Gracias por tu apoyo 😸💓😄🩷☀️✨💖
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